sábado, 6 de febrero de 2010

El gran salto puede ser el más pequeño





- Enséñale esa foto a Raül. !Seguro que le gusta! - comenta Mar en voz alta y entusiasta.
La cámara cambia de manos y pasa por todos los allí presentes, entreteniéndose en cada uno de ellos para apreciar tan bella estampa.
-!Madre mía! !Esa foto es de las que yo llamo "imprescindibles"!!!! - exclamo cuando llega la cámara a mis manos y observo su pequeña pantalla. La foto era un picado desde lo alto de un acantilado. En primer plano la figura humana de un salto. Un salto ángel perfecto, con los brazos en cruz y las fuertes piernas juntas y rígidas. De fondo un lago azul con tonalidades reflectantes del fuerte sol. En un extremo del marco incomparable un kayak amarillo que permanecía allá como puesto en expreso, ya que por su pequeño tamaño hacía engrandecer en altura el tremendo salto.
- Pero... ¿Cuantos metros hay? y... ¿Dónde es? - pregunto ansioso y con tono tartamudeante debido a mi elevado grado de excitación.

- Unos 25 metros aproximadamente.- Responde el protagonista anónimo con tono relajado y apacible.
- !!!!!25 metros!!!! !!!Me parece increíble!!!! - mi salto más alto fue cuanto tenía 14 años y me pareció una locura. Salté unos 16 metros y las sensaciones de aquel salto aún perduran en mi memoria como quien recuerda con nostalgia una gran gesta que no sabe si volverá a repetir.
-¿Es el salto más grande que has hecho? - volví a preguntar esta vez buscando una conversación más que una respuesta.
- No, creo que fueron 28 metros. - De nuevo contestó casi sin immutarse, quitándole la importancia que yo le estaba dando y que creía merecida.
-Pero...¿Cuánto crees que podrás llegar a saltar?
-No creo que sea mi objetivo ya que he aprendido a disfrutar no tanto de saltos espectaculares sino de pequeños chapuzones.-
Su respuesta me descolocó puesto que le exigía una contestación más emocionante. No obstante su explicación fue tan breve y contundente que su respuesta me cautivó. Aún así pregunté en tono desafiante:
-¿Conformista?
- Para nada. Mi reto más complicado si cabe es encontrar satisfacción en los saltos pequeños. En esta vida consumista y materialista estamos más pendientes en acumular y sumar acontecimientos que no en disfrutar los momentos más sencillos y simples. Aunque te cueste creer para mí conseguirlo sería tan difícil como saltar desde 30 metros de un acantilado.

¿Cuando fue la última vez que hiciste algo por primera vez?

Las fotos de esta entrada no son fotos "espectaculares" ni "imprescindibles", simplemente son un ejemplo de nuestros pequeños momentos vividos en este impresionante país llamado Argentina.