miércoles, 3 de marzo de 2010

Hello Brasil!!!!!





“Florianópolis” puede que suene al nuevo estreno de Disney o tal vez a la nueva atracción de temporada de Port Aventura. No más lejos de la realidad, “Floripa” como se la conoce por los lugareños de la zona, es una ciudad del sur brasileiro no tan bonita como las playas que rodean a la más que cercana Ilha de Santa Catarina. De hecho aquí todavía se puede disfrutar de ríncones vírgenes que conviven en armonía con aldeas costaneras de pescadores.

Nuestra ruta por el país brasilero empieza aquí, y no perdemos tiempo en corroborar algunos tópicos 100% autóctonos: playas, piña colada, caipirinha, surf, mucha comida, música, zumos, olas…

El destino quiso que Murray, un mochilero australiano que conocimos en nuestra última estación argentina, nos recomendara un alojamiento caracterizado por sus desayunos, su tranquilidad y por la amabilidad de sus dueños. “Pousada do profesor” es su nombre y sus propietarios, un matrimonio de docentes que viven aquí su propio paraíso.

Y así fue como por esas casualidades de la vida, hemos venido a parar a un oasis a pie de playa, rodeado por un parque natural de dunas y costa salvaje, disfrutando de unos días de transición entre la espectacular Argentina y la sensual Brasil.

Sabemos que no es justo etiquetar a un país ni juzgarlo por sus tópicos, y en este mes y medio esperamos no dejarnos llevar por esos prejuicios apriorísticos que condicionan una opinión. Igualmente, aún es pronto para tan rotundas afirmaciones pero lo cierto es que aquí las playas son de ensueño, la comida exquisita, sus zumos y frutas excelentes y sus habitantes, según dicen, de los más felices y amables del planeta.