Paraty es un bonito pueblo marinero de Brasil. Hace siglos fue conocido porque por él pasaban famosos piratas, como Blake, quien dicen campaba a sus anchas por todas las tabernas del lugar. Después vivió una época de esplendor colonial grácias a la fiebre del oro que atrajo a cientos de portugueses y también, inevitablemente, a miles de esclavos africanos para "colaborar en la causa". Ahora vive un renacimiento histórico grácias a los turistas como nosotros en busca de playas, islas y fotos de postal.
Así pues, y aprovechando las treguas que nos daban las intensas e intermitentes lluvias, decidimos tomar un pequeño barco para explorar rincones paradisíacos.
Primero de todo, un buen recibimiento con fruta de temporada. La música en directo no puede faltar y dispuesto a ello, un brasileiro con guitarra en mano y aposentado en un mástil entretiene al respetable con remises de Gilberto Gil con la archiconocida "garota de ipanema".
Por la bahía aparecen pequeñas islas de un sólo inquilino, con lujosas mansiones y fabulosas playas privadas que hacen morir de envidia a los que, ya con suerte, podemos mirarlas desde la proa de la embarcación.
La excursión es totalmente recomendable por calas verdaderamente bellas y realmente especiales a los que, como nosotros, alucinamos al ver el contraste del verde selva deborado por el azul océano. Praia Vermelha, praia das Lulas e Ihla Rosa són algunos ejemplos de las playas en las que hemos navegado y...bañado!!!
Aquí pasaremos algunos días más, esperando a que pase el temporal para seguir nuestra ruta por la costa brasileira. Bonita espera, ¿verdad?
Malas personas! Malvados! muy bonito, me parece muy bonito, que mientras aquí estamos con bufandas, guantes y gorros de lana, aqui nuestros Robinsones Crusoes particulares, nos envian fotos en bikini y el Raul haciendo la tortuga tirandose por la borda de un barco. Vamos que si me pudiese trasladar con mi maquina del tiempo en ese preciso momento, le metía una colleja al raulito por la espalda que en lugar de caer de pie cae de cabeza.
ResponderEliminarFuera de comentarios de pura y cochina envidia, como me gusta cuando escribe mar. Se que es un comentario ya muy dicho en este blog, pero mira, yo no sabia que Mar tenia ese deje de escritora, me encanta.
Raulito menos saltar por los barcos y mas leer libros, leche que eres maestroescuela! que cada dia escribes peor y claro cuando escribe tu novia se hace un agravio comparativo feo.
Me mola esta nueva etapa en nuestro viaje, y escribo nuestro, porque cada dia me siento a leerlos y este viaje tambien es mio. Ahora eso si, raulito de mi vida, ten cuidao con las playas y los pescaitos, que como eres tan torpe seguro que te comes un pescao de esos venenosos y te entra caquita.
Mar a ti un beso enorme y sigue regalandonos lineas (ya que el raul no sabe escribir...)
Besos Mil
Jo, Raül. A mi no me gustan los líos pero con estos amigos que tienes... Ten van dejando pequeñín, pequeñín...Y no se yo..
ResponderEliminarA ver si de una vez por todas nos mandas una señal... Algo sutil pero contundente a la vez, que "tus amigos" no tengan más c.... que decir: "¡Qué grande es Raül el maestrillo! ¡Fíjate Mar y aprende!", no sé... O algo así...
Vamos, es sólo una opinión de amiga... De otras amigas, vaya... No de es@s que te cuestionan todo el día... Y parte de la noche si tenemos en cuenta los cambios de horario...
(*ÜÜ* Faaanntáaááasticas las fotos. ¡Guapísima Mar!Raül a su rollito... ahora me tiro en bomba, ahora en aguja... (Raül perdón).. Y maravillosas las líneas que las acompañan)
Que pase el temporal. O que no.
¡Preciosas fotos! ¡Precioso viaje! ¡Precioso escrito!
ResponderEliminarQuerida Mariluz:
No tenemos el gusto de conocernos. Está claro, porque si conocieras a Fali sabrías que al igual que yo, conoce al Gran Raúl desde hace años. Lo admiramos y queremos como a un hermano y hemos compartido un sinfín de anécdotas.
La complicidad y estima mútua ( no la Mutua de Madrid) que nos profesamos nos otorga la confianza necesaria para bromear sobre cualquier trivialidad sin correr el riesgo de que nadie se enfade.
Tal vez alguien inseguro podría sentirse ofendido ante este tipo de comentarios, pero no te preocupes...no es el caso.
El gran Raulito es un tipo entrañable, divertido como pocos, buena gente y lo suficientemente seguro de sí mismo como para darse cuenta de que sus amigos que le añoran y siguen diariamente su blog, tan sólo pretenden arrancarle una sonrisa desde la distancia.
Un abrazo muy gordo a los dos. Estáis cada día más guapos!
Sienta genial eso de no trabajar, eh...
JC.
Buenas de nuevo!!! Donde habeis dejado las mochilas?? Si parece que estais en un resort, jejeje. No en serio, vaya fotos, disfrutar mucho y viendo el tema, que siga lloviendo y que no os deje continuar el viaje durante unos cuantos días. Estais en el sitio perfecto para "perder" el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Fali a esta gente viajera ni agua, hay que decirles lo contrario. Que aqui estamos a 25 grados, un sol radiante y en unos curros con barra libre de mojitos, caipirinas y mesa de despacho en el chirinquito de la playa o a bordo de un velero.
ResponderEliminarEsa foto del Raul tirandose de un barco estaba tardando ya. Seguro que te ha faltado tiempo para descalzarte y lanzate a esas aguas cristalinas para sentir esa sensación de vacio que tanto te gusta y que siempre aprovechas cuando tienes ocasion. Y por otro lado, Mar sigue aprovechando de estos singulares lugares que despues nos describes tan elegantemente en este magnífico blog que cada día engancha más.
Un fuerte beso a los dos.
¡Querido Juan Carlos, por Dios bendito!:
ResponderEliminarNo tenemos el gusto de conocernos. Eso es verdad.
Y de todas las demás alusiones y "aclararimientos" debes saber que no me cabe ni la menor duda. Sólo hay que leeros un par de veces para darse cuenta de la estima, la complicidad, y el afecto que os une. Estoy lejos de ahí, pero tengo buena capacidad para darme cuenta. *Ü*
Así que no temas. Seguro que ellos habrán entendido la broma y seguirán teniendo muy clarito que aquí les esperan sus raices y con ellas sus verdaderos amigos de siempre, que los añoran, echan de menos y siguen cada día sus aventuras. O sea vosotros.
Un abrazo Juan Carlos. Y otro para tí Fali. Me gusta leeros también.
Y para tí Raül. Y para Mar que casi ya la conozco.
ÜÜ